lunes, 3 de septiembre de 2012

griego homerico

La lengua homérica es la variante del griego empleada por Homero en la Ilíada y la Odisea. Esta lengua épica, ya arcaica en el siglo VIII a. C., se basa fundamentalmente en el dialecto jónico, con características tomadas del dialecto eolio. Alterna formas arcaicas y clásicas. Durante la antigüedad, estas particularidades eran explicadas por las necesidades de la métrica griega. Los escoliastas y los gramáticos, como Eustacio de Tesalónica, hablan de la «obligación del metro» (griego antiguo ἀνάγκη τοῦ μέτρου), en su adaptación al hexámetro dactílico.
Los especialistas modernos han retomado este análisis, mostrando que esta obligación cuida la preservación de las formas arcaicas, la introducción de noticias o incluso la creación de formas artificiales. Para Milman Parry, la existencia de esta lengua, artificial y adaptada a las necesidades específicas del poeta, prueba que era tradicional y empleada por todos los aedos de la época homérica. Este postulado ha formado la base de su tesis de la oralidad y de sus explicaciones sobre el epíteto homérico.
Hubo composiciones en griego homérico tan tardías como en el siglo III a. C., a pesar de que su declive fue inevitable con la expansión del griego koiné.

Gramática

Al contrario que otras formas más modernas del griego, el homérico no tenía un verdadero artículo formado tal y como se conoce en griego clásico, sino que se utiliza en contadas ocasiones y en la mayoría de los casos como relativo.
Fonética

Vocales
De manera general, la alfa larga del jónico-ático es remplazada en jónico por una eta: ἡμέρα > ἡμέρη ‘día’, Ἣρα > Ἣρη ‘Hera’. Las ᾱ conservadas se explican por un alargamiento compensatorio -un eolismo- (θεά ‘diosa’), en definitiva, un alargamiento de una alfa corta ᾰ por necesidades métricas. Este alargamiento métrico se halla también en la transformación ε > ει o ο > ου.
Homero se sirve a menudo de formas no contractas por arcaísmo: ἄλγεα por ἄλγη ‘dolor’.
Las vocales finales no sufren metátesis de cantidad vocálica: βασιλῆος, no βασιλέως ‘rey’.
Existen formas que sufren una distensión, es decir, que de una larga acentuada puede nacer una corta: εἰσοράσθαι > εἰσοράασθαι.
El apócope es automático para ciertas preposiciones παρά, κατά o ἀνά, pero afecta también a muchas otras palabras. Se suele atribuir a un fenómeno de asimilación.
Consonantes
Homero conserva la doble sigma del jónico y del ático antiguo allí donde el ático-jónico la acabó cambiando por una doble tau. Hay vacilación entre formas con sigma simple y doble por motivos de prosodia y análisis métrico.
También por motivos de prosodia y análisis métrico, aunque se usa la digamma que había desaparecido hacia el primer milenio a. C.: ἐσθλὸν δ’ οὔτέ τί πω [Ϝ]εἶπες [Ϝ]έπος οὔτ’ ἐτέλεσσας
pero nada bueno ha podido salir de tus palabras
, Ilíada, canto I, verso 108.
En el inicio de palabra, la digamma permite evitar hiatos.
En el interior de una palabra evita la contracción.
También puede alargar una vocal mediante su desaparición: κούρη por κόρη.
El dialecto homérico presenta psilosis (desaparición del espíritu áspero [h] al inicio de palabra):1 ἥλιος > ἠέλιος ‘sol’. Esta característica la comparte con el eólico.
Morfología

Declinaciones
Determinadas terminaciones adverbiales se usan en la declinación: -θεν para el genitivo y -φι para el dativo.
Primera
Algunos masculinos, usados en los epítetos homéricos, tienen un nominativo en alfa brebe: Homeroe utilisza ἱππότᾰ}, hippotă en lugar de ἱππότης}}, hippótês (caballero).*
El genitivo masculino acaba en -εω (Πηληιάδεω Ἀχιλῆος «Aquiles, hijo de Peleo» la Ilíada, primer verso), aunque subsisten formas arcaicas en -ᾱο (Ἀτρείδαο o Αἰακίδαο).
En el genitivo plural, se usa una terminación para la forma no se reduce, -αων (θεῶν → θεάων), de origen dórico.
Segunda
El genitivo singular tanto puede ser el arcaico -οιο como el clásico -ου.
De la misma manera, en el dativo plural se alternan -οισι y -οις.
Tercera
El dativo plural puede acabar en -εσσι.
El modelo πόλις hace el genitivo en -ιος y el dativo en -ι.
El modelo βασιλεύς a veces acaba en -η.

Se pueden encontrar numerosas formas irregulares:
ἔσσι — εἶ
ἔσσεαι — ἔσει
ἔσσεται — ἔσται
ἔην / ἦεν — ἦν
ἔσαν — ἦσαν

http://www.wiredforbooks.org/mp3/Iliad.mp3

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